miércoles, 15 de marzo de 2017

THE WHO, The Kids Are Alright: La banda sonora de una vida plena de rock


Dibujo: Ariel Tenorio (www.ccelrock.blogspot.com.ar)

Fue una de las bandas más espectaculares de la historia. La crítica lo sabía, el público también; si hasta ellos mismos se lo creían y por eso eran insoportables, aplastantes en vivo, irónicos, graciosos, sardónicos y soberbios. En una palabra, adorables. Eran, son y serán The Who: un grupo como los que ya no hay. Grabaron una docena larga de discos, algunos mejores, otros peores; ninguno en verdad malo; muchos de ellos clásicos –en especial, las óperas rock Tommy y Quadrophenia, además de otros celebérrimos álbumes como Sell Out, A Quick One, The Who by Numbers, Who are You y Who´s Next; este último su obra cumbre-. Violentos y rockeros, a veces hasta se ponían tiernos cuando componían baladas o canciones sentimentales.

Hablar de The Who también es referirse a Pete Townshend con su brazo haciendo el movimiento del molino para aporrear su guitarra, sus saltos alocados y sus inolvidables canciones –sin dudas, uno de los mejores compositores de la historia del rock-; Roger Daltrey, un cantante carismático, camorrero e impresionante; el gigantesco John Entwistle, un bajista increíble; y la locura desatada e imparable de Keith Moon, el demonio hecho baterista. Un grupo que, cual dream team, siempre se comía a los chicos crudos, noqueando a propios y extraños. Será por eso, quizás, que su propio fuego se los devoró, y que nunca se pudieron recuperar del todo de la irreparable muerte de Moon en 1978, por más que siguieran adelante reemplazándolo con el ex Small Faces Kenny Jones.


Dibujo: Ariel Tenorio (www.ccelrock.blogspot.com.ar)
Justamente, el documental The Kids are Alright (1979) fue estrenado poco después del fallecimiento del mítico batero y funciona como una auténtica biografía musical de la banda. Está compuesto por material en vivo del periodo 1965 – 1978, además de muchos extras desopilantes que recorren los derroteros de los integrantes del grupo, adentro y fuera de los estudios de grabación, en presentaciones televisivas o en su vida privada –es imperdible la escena en que Entwistle practica tiro al blanco disparando con una escopeta a sus discos de oro, por ejemplo; o la algarabía de Moon mientras ensayaban un cover descocado de “Barbara Ann”, el clásico de sus adorados Beach Boys.

Todo eso, y mucho más, encontramos también en esta banda sonora; aunque, lamentablemente, no esté aquí esa oda a la masturbación que es “Pictures of Lily”, si incluida en el documental, o la mencionada “Barbara Ann”, así como tampoco “Who Are You”. Sin embargo, estas ausencias no hacen mella en este racconto que retrata la evolución musical del grupo, desde su época primigenia hasta su llegada al estrellato y en donde no faltan temazos como el destructivo “My Generation” (sacado de una presentación del grupo en 1967 en el show televisivo de los Smothers Brothers); “I Can See for Miles”, de su época psicodélica y hippie; o varias rarezas en vivo, así como presentaciones históricas como la del paso del grupo por el Festival de Woodstock (presentando la opera Tommy con el instrumental “Sparks”, “Pinball Wizard” y “See Me, Feel Me”), además de varias interpretaciones incendiarias –grabadas en distintas épocas- de "Magic Bus", "Anyway, Anyhow, Anywhere” y "Young Man Blues”, por no hablar de la que quizás sea su mejor performance de "A Quick One, While He's Away," incluida en el especial de los Rolling Stones Rock & Roll Circus (1968), un hito del rock que pasó a la historia porque permaneció inédito mucho tiempo, según la leyenda, en buena medida porque los Stones habrían sentido que The Who les habían pasado el trapo en vivo, robándose su show, y obligando a Jagger y Cia a cajonear ese material por 27 años. 

También encontramos en esta banda sonora a los inmortales "My Wife" (irónico numero compuesto por Entwistle), "Baba O'Riley” y "Won't Get Fooled Again", este último uno de los más grandes himnos rockeros de la historia; así como un medley con "Join Together/Roadrunner/My Generation Blues", grabado en 1975; y esa declaración de principios hecha canción que se llama "Long Live Rock". En resumen, una antología imprescindible para descubrir y/o seguir maravillándonos con esta inmortal banda.

Emiliano Acevedo


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